Trump utiliza la inmigración para incendiar la opinión pública
La cuestión no es la inmigración en sí, un asunto mucho más complejo

Madrid - Publicado el
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El envío de la Guardia Nacional a Los Ángeles en respuesta a las manifestaciones contra la política migratoria de la Casa Blanca va camino de provocar una profunda crisis en EE. UU. La cuestión no es la inmigración en sí, un asunto mucho más complejo.
Baste decir que las últimas Administraciones demócratas nada tienen que envidiar a las republicanas en sus cifras de deportaciones. O que Donald Trump cuenta con considerable apoyo entre las comunidades latinas, personas ya asentadas en EE. UU. que comparten valores conservadores y que son partidarias de mayores controles a la inmigración.
El problema es que Trump instrumentaliza la cuestión desde un enfoque populista con el objetivo de obtener beneficios a costa de generar polarización. La primera arista seria es el envío de la Guardia Nacional sin consenso con las autoridades del estado de California, la primera vez que algo así sucede en 60 años. Trump busca la confrontación partidista.
Igual que busca la confrontación social, con sus espectaculares y crueles redadas de personas migrantes sin otro fin aparente que organizar un espectáculo público. En última instancia, las cifras finales de la inmigración seguramente no sufran grandes cambios, puesto que responden a una necesidad imperiosa de la economía norteamericana.
La batalla que quiere dar Trump es cultural. Es la batalla de quienes sienten que el estatus de la población blanca y anglosajona peligra en EE. UU. ¿Absurdo? Tal vez. Pero a Trump le proporciona votos.