Lo que una pediatra advierte sobre el uso de pantallas en menores sin límites:"Es como darle heroína"

Estamos prácticamente a un mes de que acabe el curso escolar y en todos los centros educativos viven ya esa recta final antes de las vacaciones de verano. Es un periodo que siempre supone un punto de inflexión en la vida de los más pequeños, en su rutina, en sus hábitos y también en su disfrute. 

Son meses complicados en lo que al uso de pantallas se refiere, ya que los pequeños tienen más tiempo libre y los padres no tanto para atenderles. Recurrir a las pantallas puede ser un alivio, pero tiene consecuencias graves a la larga, dependiendo de la edad del menor

La plataforma Adolescencia Libre de Móviles difunde constantemente contenidos sobre charlas, conferencias y artículos, de manos de profesionales, que advierten de lo dañino que es para el desarrollo de nuestros menores, el uso libre de internet y de las redes sociales. Este miércoles 21 de mayo en el Centro Infantil Los Pitufos, en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor se celebra una charla al respecto a las 18:00 horas. Se trata de un centro de educación infantil de 0 a 6 años, y declarado como libre de pantallas.    

 ¿Sabes cómo afectan las pantallas al desarrollo de tus hijos?   

La doctora Ana Barcia, pediatra del Hospital Virgen de Valme de Sevilla, asegura que de esto se está hablando cada vez más porque hay una corriente firme que rechaza ese uso excesivo de móviles, tablets y pantallas, pero que "aún queda mucho por hacer".

La doctora Barcia explica que las consecuencias importantes puede tener este uso sostenido en el tiempo para su salud física, mental y emocional de los más pequeños. Los efectos perjudiciales lo estamos viendo los pediatras cada vez más, “también psiquiatras que encuentran cada vez más casos de trastornos de ansiedad, falta de autoestima, ciberacoso y estándares de perfección y belleza que les llegan por las redes y de los que nuestros hijos son altamente consumidores”.

“La única manera de coger esto a tiempo es devolverles su infancia” asegura esta pediatra que recuerda que ellos tienen acceso a las pantallas porque “los adultos se lo permitimos”. La primera clave para evitar las graves consecuencias es “la visibilización del problema y aquí en España se está trabajando porque cada vez hay más voces críticas”.

La Asociación Española de Pediatría en diciembre de 2024 ya expuso sus recomendaciones en cuanto al uso de pantallas y el de acceso libre a internet. Visibilizadlo el problema, lo siguiente es que “estén concienciados los adultos, ya sean padres, políticos como educadores del grave perjuicio del uso reiterado para frenarlo” e ir con ello reeducando a las generaciones de edad más temprana.

¿Cuáles son las consecuencias físicas? 

Entre las más comunes, que suelen estar presentes en las consultas de los pediatras está la fatiga visual, el aumento de la miopía, los problemas de estrabismo en la infancia y un aumento considerable de la obesidad y alimentación insana.

“Todo el tiempo que el niño pasa delante de una pantalla no se está moviendo y eso repercute en su actividad física, además de promover la alteración del sueño”. También es más que común detectar retraso del lenguaje y déficit de atención.

Secuelas de salud mental

En materia de salud mental las consecuencias directas del uso excesivo de pantallas se refleja en “la incapacidad de tolerar frustraciones, mucha menos empatía y la aparición de la adicción”. Explica esta doctora que los contenidos suelen ser altamente adictivos, cortos y fugaces y eso provoca la liberación de dopamina “facilitando el círculo vicioso del consumo excesivo”. “Si la sociedad estuviera concienciada de que darle pantallas, sin límite de tiempo ni de contenidos, es como darles heroína seguro que no los exponían tanto”.

Entre los consejos que se dan a los padres está el predicar con el ejemplo y esforzarse en exponerlos menos y sobre todo retrasar la edad en la que se entrega los teléfonos móviles, que en muchos casos ocurre en la edad en que se hace la Comunión con 9 años. La recomendación y el deseo de muchos padres es que este retraso en la entrega de terminales se sitúe entre los 14 y 16 años.