El pueblo de La Rioja que, en realidad, pertenece a cuatro comunidades autónomas: no hay un caso igual en España

En cada rincón de España se esconde una historia peculiar. Desde aldeas que huelen a galleta hasta pueblos enclavados en cuevas o asentamientos donde las calles no entienden de líneas divisorias, nuestro país está lleno de sorpresas. Pero hay un lugar que, por su rareza geográfica, no tiene comparación: Valverde. Un pequeño pueblo de La Rioja que, aunque administrativamente es riojano, su ubicación lo convierte en una excepción única en todo el mapa nacional. Y no, no es exageración.

A simple vista, Valverde puede parecer una pedanía más, con su parroquia, su plaza y sus tradiciones. Pero si uno observa el mapa con atención —o mejor aún, si se pasea por sus caminos— descubrirá algo insólito: este diminuto núcleo pertenece, al mismo tiempo, a La Rioja, Aragón, Navarra y Castilla y León. Sí, cuatro comunidades autónomas en un solo paseo. No hay otro caso igual en España.

LA RAZÓN POR LA QUE VALVERDE ESTÁ DENTRO DE TRES COMUNIDADES

Valverde se encuentra en el sureste de La Rioja, en el municipio de Cervera del Río Alhama. Pero su término municipal está salpicado de terrenos que se adentran en las comunidades vecinas. Algunas parcelas, deshabitadas pero legalmente delimitadas, forman parte de Aragón, otras de Navarra y algunas incluso de Castilla y León. Es una frontera natural y política que, sin grandes señales, marca una de las rarezas más sorprendentes del país.

Aunque la mayoría del pueblo está dentro de La Rioja, basta con caminar unos minutos por sus alrededores para “viajar” a otras tres comunidades. Porque no se trata de un cruce de caminos cualquiera. Aquí se cruzan siglos de historia, decisiones territoriales y fronteras invisibles.

Esta peculiaridad territorial no es fruto del azar. Tiene raíces históricas que se remontan a la Edad Media. Valverde era el punto de encuentro de tres antiguos reinos: Castilla, Navarra y Aragón. De ahí nace la leyenda del Mojón de los Tres Reyes, una piedra simbólica donde, según la tradición, se sentaban a comer tres monarcas sin salir de sus dominios: Sancho el Fuerte, Alfonso II el Casto y Alfonso VII. Cada uno ocupaba su lugar en una mesa triangular, mientras el territorio hacía de testigo mudo del equilibrio político medieval.

EL ATRACTIVO DE VALVERDE COMO PUEBLO

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Hoy, esa historia sigue viva en el imaginario local y atrae a curiosos que buscan rincones con alma y memoria. Valverde no es solo un punto geográfico; es un testimonio del pasado que sigue marcando el presente.

Aunque oficialmente pertenece a La Rioja, los vecinos de Valverde han aprendido a convivir con esta condición fronteriza. La vida cotidiana se organiza de manera práctica: quienes están empadronados en La Rioja utilizan sus servicios sanitarios y educativos, mientras que aquellos que viven más cerca de Aragón o Navarra, por cercanía, acuden a sus respectivos centros de referencia.

El Mojón de los Tres Reyes es una piedra simbólica donde se sentaban Sancho el Fuerte, Alfonso II el Casto y Alfonso VII sin salir de sus dominios

No hay grandes complicaciones, pero sí anécdotas. Lo curioso es que, sin cambiar de casa, algunos se mueven entre legislaciones, festivos y competencias administrativas distintas, lo que en ciertas situaciones puede ser contradictorio.

Más allá de su singularidad geográfica, Valverde ofrece otras razones para una visita. Su parroquia, Nuestra Señora del Rosario, es el corazón del pueblo. En agosto, las fiestas patronales llenan sus calles de música, bailes y tradiciones que se remontan generaciones atrás. Si se visita en invierno, en torno al 3 de febrero, la festividad de San Blas y los tradicionales manguitos —una especie de panecillo dulce típico— ofrecen una excusa perfecta para conocer la localidad.

Los alrededores también invitan a perderse. Rutas de senderismo entre montes suaves, campos abiertos y una sensación de desconexión que pocos lugares ofrecen con tanta autenticidad.