Las herencias, clave económica para los jóvenes: "Prefieren vivir de rentas antes que trabajar”

La herencia ya no es un asunto reservado a las élites.

El abogado Antonio Martínez Lafuente, socio del despacho Martínez la Fuente Abogados, pasa este domingo por 'Fin de Semana' para analizar la "revolución sociológica" que se está produciendo con el patrimonio familiar. 

Y es que heredar se ha convertido en la principal vía de ascenso económico para muchos jóvenes en Europa, en un contexto donde los salarios bajos, la precariedad laboral y el acceso casi imposible a la vivienda dificultan la prosperidad individual por méritos propios.

“Hoy en día se heredan auténticos imperios”, afirma Martínez Lafuente en 'Fin de Semana' con más de 20 años de experiencia en la gestión de sucesiones. 

Hay más datos esclarecedores al respecto. Por ejemplo, en España, las transmisiones de vivienda por herencia han crecido un 53% en los últimos 15 años, y en 2023 representaron el 17% del total de casas en venta. 

“Nuestros padres y abuelos han sido muy ahorradores. Su inversión fue, mayoritariamente, en vivienda. Y ahora estamos viendo cómo ese patrimonio cambia de manos”, explica el abogado. 

 ¿Es caro heredar en España?  

Aunque tradicionalmente las herencias han estado asociadas a altos costes fiscales, la realidad actual es distinta, especialmente en comunidades como Madrid, donde, según Martín de la Fuente, “heredar es prácticamente gratis”.

“En la mayoría de los casos se paga entre 50 y 500 euros en concepto de impuestos de sucesiones, gracias a las bonificaciones autonómicas.”

Sin embargo, advierte que las plusvalías municipales pueden suponer un coste más elevado, especialmente si no se trata de la vivienda habitual. En estos casos, el desembolso puede oscilar entre 2.000 y 10.000 euros. 

 ¿Por qué algunos renuncian?  

A pesar de las cifras, hay quienes optan por rechazar la herencia. Las razones más frecuentes son la existencia de deudas del fallecido, o la falta de liquidez para afrontar los impuestos cuando se trata de familiares no directos —que no tienen derecho a bonificaciones—.