El producto del supermercado que se ha encarecido un 19% porque se han triplicado las importaciones desde otro país Europeo
Luis Antonio Arranz, agricultor de Peñafiel (Valladolid), explica en La Linterna la desconocida y complicada situación que vive el sector en España

Madrid - Publicado el
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La crisis en el sector cerealista español alcanza un nuevo punto crítico. Mientras los agricultores enfrentan una caída del 40% en el precio del trigo y la cebada, el pan ha subido un 19% en los últimos años en el supermercado, según denuncia Luis Antonio Arranz, agricultor de Peñafiel (Valladolid), en una entrevista en La Linterna de COPE.
Este desequilibrio, agravado por la masiva importación de cereal ucraniano, ha llevado a los productores a alertar sobre el colapso inminente del sector si no se toman medidas urgentes.
Importaciones y hundimiento de los precios
El responsable del sector del cereal de la Unión de Uniones de Ganaderos y Agricultores, Valentín García, explicó durante el programa que las importaciones de cereal ucraniano se han triplicado en apenas dos años: de menos de 3 millones de toneladas en 2022 a más de 10 millones en 2024. Esta avalancha ha saturado el mercado, provocando una caída del 40% en el precio del cereal nacional. "No podemos competir con esos volúmenes", afirmó Arranz.

Un agricultor consuce un tractor en un campo de cereal en España
Sin embargo, el abaratamiento del trigo no se ha trasladado al consumidor. Mientras los agricultores venden su producción a precios de hace una década, el pan se ha encarecido casi un 20%. La paradoja, según los productores, se explica por el aumento descontrolado de otros costes: los fertilizantes han subido más del 40%, los fitosanitarios un 6,5% y la energía necesaria para la maquinaria sigue en máximos. "Producimos a pérdidas", resumió el agricultor vallisoletano.
Un sector al borde del colapso
Arranz detalló que, pese a una cosecha "climatológicamente positiva" este año, las cuentas no salen. "Si los precios están un 40% más bajos que hace tres años pero todo lo demás sube, es inviable". La situación ha llevado a los cerealistas a exigir a la Unión Europea la reintroducción de aranceles a las importaciones ucranianas y mecanismos de compensación. "Apoyamos a Ucrania, pero no puede ser a costa de arruinarnos", insistió.
El problema no es solo económico, sino generacional. Con márgenes de rentabilidad negativos, los jóvenes abandonan el campo. "Mi hijo de 24 años se ha incorporado con ilusión, pero ¿quién más lo hará?", se preguntó Arranz. En zonas como Castilla y León, donde la edad media de los agricultores supera los 60 años, el relevo es una incógnita. "Si no hay precio justo, no habrá futuro ni para el pan ni para quien lo produce", advirtió.

Agricultores en los campos de cereal de Villarmentero de Esgueva (Valladolid)
Falta de medidas y burocracia
Las protestas frente a la Comisión Europea en Madrid reflejan la desesperación del sector. Los agricultores reclaman "vigilancia real" sobre las importaciones y una política comercial que contemple sus costes. Sin embargo, las negociaciones con Bruselas avanzan lentamente. "Esperamos medidas, pero la burocracia lo complica todo", admitió Arranz.
Mientras, el Gobierno español ha evitado pronunciarse sobre posibles ayudas directas. Fuentes del Ministerio de Agricultura reconocen "la complejidad del escenario", pero insisten en que la solución debe venir de Europa. Un argumento que en el campo consideran insuficiente. "No podemos esperar. Cada semana que pasa es un paso más hacia la quiebra", lamentó el agricultor.
Aumento de precios en otros productos
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El encarecimiento del pan contrasta con la crisis en el campo porque, según expertos, los molinos y grandes superficies absorben los márgenes. "El trigo es solo el 10% del coste final de una barra. El resto son energía, transporte y ganancias intermedias", explicó recientemente la Organización de Consumidores (OCU). Pero para los agricultores, esa lógica no justifica su situación: "Si nuestro producto vale menos, ¿por qué el consumidor paga más?".
La patronal de panaderos, por su parte, atribuye las subidas a la inflación generalizada. "Los hornos han visto aumentar sus facturas un 30%", defendió su presidente en declaraciones a EFE. Un dilema que no convence a Arranz: "Ellos pueden trasladar los costes a los precios. Nosotros no".
En cualquier caso, algunas voces piden replantear la dependencia de las importaciones. España produce el 60% del trigo que consume, pero la cifra cae cada año. "Podríamos ser autosuficientes con políticas adecuadas", sostiene la Unión de Uniones. Su propuesta incluye almacenamiento público para regular precios y ayudas a la modernización.
Así, y con la próxima cosecha en el aire, los agricultores avisan: "Si no actuamos, en cinco años importaremos hasta el pan". Mientras, Luis Antonio Arranz resume la frustración de miles: "Vendemos trigo al precio de 2010 y compramos pan al de 2024. Así nadie sobrevive".