"La fontanera y el aforado: Esta es la pareja protagonista del momento"

La fontanera y el aforado. Esta es la pareja protagonista del momento. Del aforado hablamos mucho la semana pasada, cuando Miguel Ángel Gallardo, alias Aforeitor, forzó cinco dimisiones de compañeros para obtener el privilegio del aforamiento. Se ve que le tiene pánico a la jueza Biedma y ha maniobrado para sacudirse a esa jueza de encima en una claro fraude de ley sobre el que el letrado del Parlamento extremeño aún tiene que pronunciarse. Veremos si finalmente logra Gallardo su triple objetivo: primero retrasar la causa para que un Gobierno cercado por los escándalos gane tiempo; segundo, ser juzgado por un Tribunal Superior de Justicia que Ferraz considera más afín que la jueza Biedma; y tercero, y sobre todo, ayudar al hermanísimo, puesto que para salvar la unidad de la causa también el hermanísimo -que tiene pesadillas con la jueza Biedma- pasaría a ser juzgado por el Tribunal Superior.

Bueno, pues no contento con perpetrar esta golfada a la vista de todo el mundo -seguramente teledirigido por Moncloa en toda la operación-, va Gallardo y propone acabar con los aforamientos una vez que ya disfruta del suyo. Y dice que él hace todo esto para no caer en la demagogia de dimitir. Pero hombre, si no se trata de evitar la demagogia, se trata de evitar el cinismo desorejado. Se trata de rendir cuentas y asumir culpas cuando te imputan y cuando te van a procesar por colocar a dedo al hermano del presidente del Gobierno. Por lo menos cállate, métete un par de meses debajo de la cama como ha hecho Begoña Gómez para esperar a que escampe un poco, pero no des una rueda de prensa tan desvergonzada que ha escandalizado incluso al diario El País, que le afea su conducta hoy en un editorial. Pero ahí sigue Gallardo, aferrado como una bellota verde al fuero y al cargo de líder del socialismo extremeño. Eso que gana María Guardiola, claro.

El Gobierno que llegó al poder para regenerar la democracia hoy es noticia por el olor de sus cloacas"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Pero mucho peor que la falta de vergüenza de un barón en horas bajas es la actitud mafiosa de la fontanera de Santos Cerdán. La chica de las cloacas de Ferraz de la que ya nos habló en su día Víctor de Aldama:

Hablamos de Leyre Díez, la pseudoperiodista -esta sí- que se reúne con empresarios corruptos para ofrecerles trato de favor de la Fiscalía a cambio de presuntos trapos sucios del jefe de delitos económicos de la UCO. Es decir, el Gobierno está maniobrando contra la Guardia Civil que investiga sus casos de corrupción. Es decir, el Gobierno está adoptando el papel del delincuente, pero se presenta como víctima de una cacería. Y cuando El Confidencial pilla a la tal Leyre y publica los audios de sus reuniones sicilianas, Ferraz sale diciendo que no tienen nada que ver con esta señora. Pero ¿cómo no van a tener nada que ver si Leyre Díaz tiene el carné de militante socialista? ¿Si ha sido teniente de alcalde y concejal del PSOE? ¿Si tiene fotos con Pedro Sánchez y con Begoña Gómez y con Patxi López? ¿Si este Gobierno la ha colocado en dos empresas públicas con sueldo público? ¿Si va pidiendo la ilegalización del PP en sus redes sociales y hace llamamientos a luchar contra “la camorra a la Guardia Civil”?

El Gobierno que llegó al poder para regenerar la democracia hoy es noticia por el olor de sus cloacas. Por sus operaciones turbias contra jueces, periodistas y agentes de la ley. Pero qué queremos, si el listón moral del partido lo marcaba el propietario de un Peugeot donde viajaban José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán".