Adriana Smith es educadora y recuerda que "Pedir perdón a los hijos no quita autoridad"

Los padres  no son perfectos, se equivocan, tienen días malos y buenos, "pero que al final todo se puede reparar y mejorar"

Ana Palacios de Elías

Madrid - Publicado el

2 min lectura

Bernat y Lluna aman a sus papás, aunque desearían que fueran superhéroes. En su vida diaria, enfrentan desafíos y emociones, como el cansancio, el enojo y la tristeza. A través de estas experiencias, descubren que ser vulnerable y humano también es una forma de tener superpoderes.

Es el argumento del libro de Adriana Smith, autora de "Mis papás no son superhéroes", un cuento en el que destaca la empatía y la importancia del amor. 

CREEMOS EN EL PERDÓN INCONDICIONAL

La idea de escribir el cuento surge a partir de una conversación que tiene Adriana con una amiga que acaba de ser madre: "nos dimos cuenta que es imposible llegar a todo", nos explica en Ecclesia al día. En ese momento sintió la necesidad de escribir un cuanto, donde se puede ver a los padres que no son perfectos, que se equivoca, que tienen días malos y buenos, "pero que al final todo se puede reparar y mejorar". 

En su propia familia se aplica la idea del cuento, nos cuenta que esta misma semana uno de sus hijos ha usado una de las frases del libro: "estábamos hablando de una situación cotidiana que no estaba saliendo como debería y me dijo  que papa es vulnerable y eso significa que a veces le tenemos que dar cariñitos y le tratar bien”. 

Es consciente que formar una familia es complejo: " Mi familia tenemos días mejores y peores, y es importante ver el perdón incondicional: hay que creer cuando un hijo nos dice no lo voy a hacer mas, hay que darle la confianza”.

Adriana ha señalado que pedir perdón a los hijos no te quita autorizad sino te la da: "no hay nada más poderoso que el ejemplo. Se les tienen que caer la venda, porque una familia es para los que luchan, es para volver a empezar muchas veces". 

Tracking