¿Cómo hacer que los niños entiendan conceptos religiosos como el de la Sagrada Familia?: "me ha influido el cuadro de Murillo"
Tomás Trigo es teólogo de la Universidad de Navarra y ha escrito un libro para contarle a los niños el mensaje del Evangelio a través de un perro que acompaña a Jesús, María y José

El libro de Tomás Trigo sobre la Sagrada Familia desde los ojos de un perro.
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El libro de Tomás Trigo, Mis aventuras con Jesús, busca acercar las escrituras de los evangelios a los más pequeños a través de los recuerdos de Jasid, un perro que acompaña a la Sagrada Familia a lo largo de su vida. Los niños necesitan tener un acceso adaptado a sus gustos y capacidades acorde a su edad, pero no hay que subestimarles, porque, a nivel espiritual, tienen un potencial enorme.
Tomás cuenta que quería escribir algo para sus sobrinos, que en aquella época, tenían un perro que les encantaba y que no dejaban de jugar con él. Por eso y "creo que un poco por el cuadro de Murillo, donde aparece la Sagrada Familia con un perro", Trigo decidió lanzarse a escribir esto. Para él es una forma sencilla y familiar de mostrar como debe ser la relación con Jesús, que debe ser cercana y amable como la tiene Jasid, el perro, con el Niño Jesús.

Cuadro de Murillo que representa la Sagrada Familia con un perro
"No es un libro para niños, es un libro para las familias, por eso he dejado algunas frases y palabras que, a lo mejor, no entiende un niño de 7 años, pero es precisamente para que puedan hablar con sus padres sobre lo que significan", dice el autor, que insiste en que a los niños hay que acercarles el Evangelio con sencillez, pero también con realismo y huir de las ñoñerías que a veces se ven.
Para Trigo, con los niños de 7, 8 , 9 y 10 años hay que saber que entienden mucho más de lo que parece: "Yo les doy clase y les digo cosas que podría parecer que no son aptas para su edad, pero lo entienden, se interesan, preguntan...", asegura el autor que añade que a veces se les infantiliza más de la cuenta.
También Trigo nos recuerda las palabras de Jesús: "hay que ser más como los niños", porque tienen una curiosidad innata y mucho más interesante de lo que parece: "me hacen preguntas interesantes y que no son fáciles de responder". Cuando termino una práctica, me doy cuenta de que les ha servido y de que, explicando las cosas con cercanía y sencillez, realmente las aprovechan más.