García-Margallo: “España ha renunciado para siempre a la soberanía sobre Gibraltar”
El exministro de Exteriores critica, en 'TRECE Al Día', el acuerdo alcanzado entre la UE, Reino Unido y España sobre el estatus del Peñón

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La Unión Europea, España y el Reino Unido han alcanzado un acuerdo definitivo sobre el estatus de Gibraltar tras el bréxit, resolviendo así el último punto pendiente desde la salida del Reino Unido del bloque comunitario hace más de cinco años. El pacto, que elimina la Verja del Peñón y suprime controles para personas y mercancías entre España y Gibraltar, fue cerrado en una reunión en Bruselas con la participación de altos representantes de las cuatro partes implicadas, incluyendo al ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, y al ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo.

Bruselas, Reino Unido y España acuerdan el estatus de Gibraltar tras Brexit, según Albares
El acuerdo tiene como objetivo central garantizar la prosperidad de toda la región, eliminando todas las barreras físicas y controles, al tiempo que se protege la integridad del espacio Schengen, el mercado único y la unión aduanera de la UE.
"Una derrota definitiva" para España
José Manuel García-Margallo, exministro de Asuntos Exteriores, ha calificado de “absolutamente histórico” el acuerdo sobre Gibraltar alcanzado entre la Unión Europea, el Reino Unido y España, aunque no en el sentido positivo que han defendido desde el Gobierno. En una entrevista en el programa 'TRECE Al Día', Margallo aseguró que lo pactado supone “la renuncia de España a recuperar la soberanía del Peñón” y “a reclamar que el Campo de Gibraltar tenga un desarrollo propio y autónomo”.
Para el exministro, el acuerdo legitima de forma irreversible el modelo fiscal de Gibraltar, lo que genera una competencia desleal con el resto de la región: “Las sociedades residentes en el Peñón no pagan impuestos sobre los beneficios que obtienen fuera, y acceden al mercado interior igual que las del Campo de Gibraltar, que sí tributan”. Según explicó, esta diferencia explica que la renta per cápita de un gibraltareño esté en torno a los 100.000 dólares, mientras que la del Campo de Gibraltar no supera los 25.000.
En su opinión, con este pacto se consagra un modelo que impide cualquier incentivo para modificar la situación actual. “No va a haber gibraltareño jamás que quiera salir de estas condiciones”, aseguró. “¿Quién va a establecer una empresa en el Campo si puede hacerlo en el Peñón sin pagar impuestos?”.

Peñón de Gibraltar en el mar de Alborán
“Teníamos la carta del veto y no se ha usado”
Margallo lamentó que España haya perdido la oportunidad que se abrió con el bréxit. Recordó que, tras la salida del Reino Unido de la UE, Gibraltar también dejó de formar parte de la Unión debido a que su estatus dependía de la pertenencia británica. “Teníamos el derecho de veto, ningún acuerdo con Gibraltar podía firmarse sin el consentimiento previo de España. Y no se ha hecho uso de eso”, denunció.
Según explicó, el derecho internacional y todas las resoluciones de la ONU califican a Gibraltar como “la última colonia en Europa”, y establecen que su estatus debe resolverse a través de una negociación bilateral entre España y el Reino Unido, sin posibilidad de autodeterminación. “Todas las resoluciones de la ONU han declarado nulos los referendos sobre las constituciones del Peñón”, subrayó.
Además, advirtió que el acuerdo alcanzado es entre la Unión Europea y el Reino Unido, lo que implica que cualquier futura modificación requeriría el respaldo de la Comisión Europea y de todos los Estados miembros, dificultando enormemente cualquier intento de revisión. “Es aceptar la derrota definitiva”, afirmó.

Una oportunidad perdida para el Campo de Gibraltar
Margallo también recordó la propuesta de cosoberanía que su Gobierno presentó tras el bréxit y que, según él, contaba con el respaldo de la Unión Europea, Naciones Unidas y las cumbres iberoamericanas. El plan contemplaba que España asumiera las relaciones exteriores de Gibraltar, lo que habría permitido su acceso al mercado único, así como acuerdos en materia de defensa e inmigración, autogobierno y doble nacionalidad para los gibraltareños.
Esa fórmula, defendió, habría hecho posible la creación de una zona económica especial que beneficiara tanto al Peñón como al Campo de Gibraltar, Ceuta y Melilla. “Hubiésemos logrado que el Campo saliese del subdesarrollo al que va a estar condenado mientras siga esta situación”.
Finalmente, advirtió de los riesgos futuros: “Gibraltar va camino de convertirse en un refugio para las criptomonedas, como lo fue para el juego online”, alertó. Y concluyó: “Es una catástrofe. Este acuerdo es histórico, sí, pero por las peores razones”.