La historia de superación de Sofía: "Mi vida corría peligro y me escapé"
Diez años después, con 24, Sofía ayuda a otros niños y adolescentes a salir del trauma de ser maltratado por tus padres e ignorados por tu familia y la sociedad

No te pierdas el crudo testimonio de Sofía, niña maltratada que ahora ayuda a otros niños a salir adelante
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Esa noche mi vida corría peligro y me escapé. Hui de mi casa con una maleta" y con tan solo 14 años. Pero Sofía no podía seguir bajo el mismo techo que su padre. No podía seguir recibiendo más golpes de un padre que la maltrataba sin sentido, sin motivo y cada día.
Por eso cuando su padre se fue a llevar a su hermana al colegio, ella cogió sus cosas y se marchó sin echar la vista atrás. Fue al instituto, al que llevaba varias semanas sin asistir. Llevaba las huellas de los malos tratos en su piel, ¿le harían caso esta vez? Porque "había tenido varios intentos de contar un poco lo que me estaba sucediendo en casa y la escucha no fue suficiente", recuerda en Mediodía COPE a las preguntas de Pilar Cisneros y Jorge Bustos.
Sofía, que ahora tiene 24 años y es educadora social en la Casa de los Muchachos de Torrelavega en Cantabria, tuvo una infancia y principio de adolescencia de golpes, de insultos por parte de su madre que era alcohólica, aunque todo fue a peor cuando ella fallece y su padre, que cargaba con otras adicciones, la tomó aún más con ella no así con la hija mayor. " Es algo para lo que no tengo respuesta y quizás nunca la tenga, pero sí es algo que suele ocurrir bastante a menudo, que es que la violencia se focalice simplemente en un menor de la familia y en este caso, me tocó a mí y tampoco me sentí apoyada por la figura de mi hermana, que es otra cosa que también me suelen preguntar bastante. Me sentí completamente sola y abandonada".
Ni su hermana ni sus abuelos ni los vecinos, Sofía era invisible, el maltrato que recibía era imperceptible para los demás, el maltrato intrafamiliar. "Es una cosa que sorprende bastante, pero la familia, o por lo menos en mi caso, no me sentí para nada apoyada, sino todo lo contrario, totalmente justificadas las acciones o si se levanta una mano o si te dan un bofetón o si lo que sea, se veía totalmente justificado y el entorno de fuera, bueno, esto es otra cosa que también ocurre mucho, que es el ver que algo está ocurriendo, pero que quizás no es lo suficientemente grave como para alarmarse o dar una voz de alarma".
a otros niños maltratados: "Que sepan que se puede"
Desde que huyó de casa, Sofía vivió en centros de acogida. "Han sido años difíciles, pero he convivido con gente que tenían historias aún más duras y el salir nos ha salvado la vida".
Sofía ha aprovechado el tiempo, estudió una carrera y ahora es educadora social "empecé la carrera en el hogar de protección en el que vivía que no es algo normal porque estás centrado en encontrar una salida a tu situación y yo decidí estudiar mientras trabajaba y mi vivencia me ha dado la empatía para trabajar con estos menores".
Y para ayudar a aquellos chicos que se encuentren en su situación a través de las redes sociales donde es muy activa. "He conseguido hablar de lo que me ha ocurrido con mucho trabajo detrás. Mi impulso para hacer contenido no es contar mi historia ni tener seguidores, lucho para que otros menores puedan tener un apoyo, ser luz, que sepan que se puede".
Sin duda, la historia de Sofía es dura, muy dura. Sus palabras y sus reflexiones tocan el alma y hacen valorar mucho más la infancia que hemos tenido aquellos a los que ni siquiera nos dieron un pequeño azote o un castigo ejemplarizante. Nos hacen valorar mucho más cómo se puede educar con el poder de la palabra y la razón. Y reconocer a personas valientes como Sofía que han conseguido resurgir de la violencia y ser esperanza para muchos niños y chicos que nunca han conocido la felicidad.